lunes, 8 de noviembre de 2010

Quizás es la tristeza acumulada que ahora atropella por salir, o el sonreír cuando no se debe. O el fingir amor, o el sentir de verdad.

Quizás son los ojos cerrados de los que no quieren llorar. El pecho apretado del que quiere, del que anhela, sin que exista.

Quizás es la lluvia, es la rabia o la calma, el paraguas, la ciudad sin ti, tu sin la ciudad, el recuerdo.

Quizás es el sueño, la piel desnuda, la cabeza sobre tu pecho, tu abrazo confortable, tu inexistencia aparente.

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